jueves, 26 de marzo de 2015

Joder.

'No entres en mis sueños que los haces pesadillas'.
No entres en mis sueños que es la única manera de verte 
y no me da la gana volver a una realidad en la que tú ya no existes.
Que te pienso el noventa y cinco por ciento de mi tiempo. 
Es la primera vez que siento que mis sueños reflejan lo que realmente quiero:
VERTE.
Eres mi nudo constante. Mi pasado sin ganas de marchitarse.
Y qué le hago si nunca había visto unos ojos que me observaran con tanto amor.
Que me abrazabas con la mirada y tu olor me transportaba a doscientos lugares que quiero conocer.
Y tus caricias me hacían ganas de quedarme en este mundo de mierda porque eras tú quien lo observaba conmigo. 

Soñé que nos veíamos, y nos preguntábamos mutuamente si nos molestaba estar en el mismo lugar. Te decía que no. Podía sentir en mi sueño mi respiración entrecortada y mi corazón corriendo como si no hubiera mañana.
Te observaba con los ojos chiribitas.
Hablamos. Me confesé.
Extrañaba el sonido de tu voz y tu mirada tan directa que era imposible no pensar que me desnudabas los pensamientos uno a uno.
Echo de menos todo de ti, pero soy consciente de que no nos merecemos. 
Algún día te dejaré en paz, lo prometo.
Mientras tanto déjame seguir reteniéndote entre frase y frase. 
Es lo único que me hace sentir que no estoy loca y que tuve entre mis brazos a la persona que más llegué a querer en mi vida.

martes, 24 de marzo de 2015

Lágrimas dedicadas.

Te extrañé,
y sentí tu recuerdo colgando en la punta de mis pestañas.
Oliste mi tristeza e inundaste mi cara.
Nunca me caracterizó mi fuerza, ni intenté evitar
que te deslizaras como catarata.

jueves, 19 de marzo de 2015

Mi propia mano dispara al alma.


Hoy vuelve a ser una noche a solas.

Una noche de ayuna de pensamientos positivos.

Una noche de odio o vacío. Ya no los diferencio muy bien.

Hoy me dan asco los recuerdos creados. Los sueños echo trizas en mis narices.

Hoy odio números, fechas concretas.

Mis risas dedicadas me parecen extrañas.

Hoy no puedo leer poesía.

Hoy odio atosigarme con Arctic Monkeys.

Hoy no quiero cerrar los ojos porque veo tus manos en mí.

Hoy el tren parece ir marcha atrás. Hoy es un atasco.

Hoy no quiero buscar explicaciones.

Hoy es una noche de volver a soltarlo todo. 

miércoles, 18 de marzo de 2015

Secuelas de ti.




No escribo para no sentir a mi dolor más débil.

No escribo para no sentir mis sentimientos tan humillados.

No escribo para no sentir como se forman goteras en las puntas de mis pestañas.

Para no ver como se agrietan mis labios. Para no ver que todo ha pasado.

Que me suenas a irreal. Un hermoso sueño que simplemente se quedó en eso.

No escribo para no llorar.

No escribo porque así no te recuerdo.

Ahora sólo hay una cosa que me duele.

¿Cómo?

¿Cómo conseguiste olvidarme?

Y no es una queja.

Sólo necesito hacerlo yo también. 

Cuando fuimos.


Pasado es pasado.

Miento.

Pasado sigue siendo mi presente, mi triste presente.

Presente, inconscientemente, sigue mirando de reojo hacia atrás, buscando esperanza o algo parecido a eso.

Mi Presente es idiota. Mi Presente es iluso. Mi Presente es torpe y también desconfiado.

Mi Presente es gilipollas.

Mi Presente no odia a Pasado, sólo está cansado de él.

Pasado le hace daño a Presente y ahora, a este, le cuesta mirar a Futuro. Incluso pasa de él.

Presente odia sentirse así y se siente avergonzada de eso.

Presente es algo orgullosa, pero tiene sentimientos.

Presente usa “Presente, pasado y futuro” de manera incorrecta para evitar ser nombrada “ella”.

Para evitar ser nombrada yo.

martes, 17 de marzo de 2015

Vestida únicamente de ropa.


Te veo y siempre estoy desnuda de alma para abajo.
Rutina de naturalidad. De besos bailando al ritmo del otro.
'Te quieros' sinceros.
Mi puta felicidad sin necesidad de etiqueta.
Cambiaste mi punto del romanticismo. 
"¿Por qué regalar flores que se marchitan y ya están medio muertas?" 
Me regalas eternidad en recuerdos. 
Me secas las lágrimas en forma de risas contagiosas.
Somos nosotros sin ganas de perfección.
Despeinados,
contaminándonos. 
Mandando a la mierda estereotipos.
Somos la mezcla perfecta de un café en mi mano observando como te lías un poco de maría para hablar de cómo el mundo se va a la mierda mientras estallan nuestras carcajadas porque nosotros seguimos en pie. 
Somos nosotros en perfecto/maldito/bendito caos. 
Si no eres el amor de mi vida, te atrapo como pueda.