domingo, 5 de noviembre de 2017

Colmaste el vaso.

Ya te lloré hasta hundir mi alma
Ya te dediqué insomnios
(olvidándome de soñar)
Ya me rompiste el corazón mientras me cortaba intentando arreglarlo.
Ya no soy cobarde, ni valiente, ya te dejé estar. 
No busco tu saludo, tu reclamo, tu perdón...
Me dejaste con la espinita y no quiero que me la saques,
me acostumbré a vivir con ella.
Así que no te aparezcas sin más, 
hace tiempo que dejé de creer en fantasmas con cuentas pendientes.             
Lo tuyo fue abandono, 
lo mío supervivencia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario